La acción de poner en marcha una caldera pirotubular por primera vez ya es un arranque en frío. Como resultado, la carga mecánica en este tipo de caldera es mucho mayor porque las características principales de los arranques en frío son la ausencia de agua hirviendo, una mayor tensión de conexión y el anclaje de los elementos de la caldera.
Para facilitar el arranque de la caldera, el operador debe reducir la carga del quemador a un punto de ebullición.