El calor fluye desde las zonas con mayores temperaturas hasta las zonas con menor temperatura en un proceso denominado transferencia de calor. Empezando en la cámara de combustión de la caldera, el calor fluye a través de los tubos y de las paredes del hogar hacia el agua que los rodea. En este punto es cuando se genera el vapor. Cuando la alta presión en la caldera desplaza el vapor hacia el exterior de la misma, se produce un aumento de temperatura en las tuberías de distribución. En este punto, el calor fluye desde el vapor hacia el aire que rodea a las tuberías atravesando las paredes metálicas de las mismas. Éste es el motivo por el cual una parte del vapor vuelve a convertirse en agua, lo que se denomina condensado. Para evitarlo, las tuberías de vapor deben estar correctamente aisladas para minimizar éstas pérdidas por transferencia de calor indeseadas al aire circundante.

En toda planta o industria que consuma vapor de agua, existe la presencia de un caldero, ya sea un caldero pirotubular o acuotubular. Y al existir un caldero, siempre hay las posibilidades de fallas, es por eso que relato algunas de las fallas típicas que ocurren en ello.

Aunque con el mantenimiento de rutina, todavía es importante tener en cuenta la vida útil de la caldera y los equipos auxiliares, como la edad, el estado, el uso, la eficiencia y la disponibilidad de piezas. Una evaluación completa del sistema de la caldera puede identificar y prevenir algunos de los siguientes problemas.

Una caldera de dryback tiene una pared trasera que está revestida con el material refractario, una caldera de wetback tiene una pared trasera que está cubierta por agua. Por lo tanto, las calderas de wetback generalmente tienen una mayor eficiencia que las calderas de dryback, ya que el calor de combustión pasa directamente al agua en lugar de al refractario. Las calderas de wetback también tiene mayor rango de carga, ya que la cámara de inversión de la caldera está totalmente sumergida en agua creando una transferencia de calor uniforme en la lámina de los tubos.

Generalmente, una caldera de vapor debe recibir mantenimiento al menos una vez al año. Cualquier tipo de falla de seguridad con una caldera puede tener serias consecuencias, por lo que una inspección anual ayudará a detectar los problemas. El mantenimiento de su caldera regularmente también puede ayudarlo a ahorrar dinero en reparaciones.

Uno de los accesorios importantes de una caldera de vapor es el ablandador de agua, que sirve para varios propósitos y juega un papel crucial para ayudar a que su caldera evite el mal funcionamiento y funcione más eficientemente.

La elección entre un sistema de vapor o un sistema de fluido térmico se depende de los requisitos del proceso. El rango o temperatura del proceso es un factor decisivo. Si la temperatura requerida del sistema es más alta que el punto de congelación del agua (0 ° C) y por debajo de aproximadamente 160 ° C, la opción suele ser vapor. Sin embargo, si la temperatura requerida es superior a 160 ° C, el fluido térmico puede ser una mejor solución. Los sistemas de calderas de fluido térmico se pueden diseñado con la temperatura máxima de operación de 325 ° C.

El sistema de caldera híbrido es uno que combina las características de las calderas pirotubulares y las calderas acuotubulares. Según los requisitos de diseño, un cierto porcentaje del área de transferencia de calor es la porción de acuotubular y el resto es pirotubular. En general, están diseñados para combustibles agrícolas no convencionales como la cáscara, etc., que necesitan un alto volumen para quemar eficientemente. Por lo tanto, una porción de acuotubular es proporcionada por la combustión para absorber el calor de radiación y la zona de pirotubular absorbe el calor a través de la convección.