En el interior de una caldera, mirando a través de un corte longitudinal, lo que más destacaría es el cilindro exterior o envolvente de la caldera atravesada por un ancho cilindro en su interior. Alrededor de la envolvente hay una serie de válvulas y conductos que conectan elementos al proceso y control. Durante el funcionamiento de la caldera, la envolvente se llena de agua al nivel necesario para que se caliente hasta generar vapor.
La combustión tiene lugar en el cilindro interior, y los gases se expulsan al exterior por la chimenea. La transmisión de calor entre el agua de la envolvente y el cilindro donde tiene lugar la combustión, se debe a la radiación y la convección. El calentamiento del agua produce vapor en el interior, por eso se le llama cámara de vapor, y circula por los tubos de humos hasta salir por la chimenea.
Es necesario revisar todos los componentes del equipo y la alimentación para asegurarse de que el encendido de la caldera se inicia sin problemas.
Una vez finalizada la operación de la caldera de bajo NOx, es necesario mantener el equipo seco y verificar regularmente la suavidad de la chimenea, limpiar el polvo y las manchas en el cuerpo después del apagado.
La purga, el mantenimiento de la caldera y otros trabajos no se pueden omitir, las partes dañadas de la caldera deben reemplazarse oportunadamente.
No todo el vapor que se genera en las calderas de vapor industriales es de la misma calidad, ni tampoco el uso que se da al vapor es el mismo en cada sector industrial. El vapor limpio se caracteriza por pureza del vapor, y se considera de una calidad y limpieza más alta.
Sectores industriales, como la alimentación y el sanitario son los que más instalan equipos de vapor limpio.
En el sector de la alimentación, casi todas las empresas de procesado (cárnicas, bebidas) pero también de etiquetado y envasado de productos alimentarios, sin importar su tamaño, necesitan del uso de vapor limpio para aplicarlo a sus procesos de carácter alimentario.