Las calderas ecológicas son aquellas que en su funcionamiento producen menos emisiones de CO2, Nox y polvo a la atmósfera, consumen menos cantidad de combustible o que utilizan combustibles de energías renovables.

Por ejemplo, las calderas de biomasa, estas calderas utilizan la biomasa como combustible y su balance de emisiones de CO2 se entiende que es 0, por el origen vegetal de donde procede este combustible. Como combustible de estas calderas se pueden pellets, astillas de maderas, huesos de aceituna, cáscaras de almendra, entre otros combustibles vegetales.

Además, las mejores calderas ecológicas están diseñadas para evitar la pérdida de calor durante el proceso de combustión. Los casos de pérdida de radiación, pérdida de arranque, pérdida de escape y pérdida de purga son formas de ineficiencias de la caldera que resulta costar más energía y combustible con el tiempo. Las calderas más ecológicas están mejor aisladas y protegidas para reducir la demanda de combustible.