1. Reducir la carga: Antes de apagar la caldera, se debe reducir la carga a su nivel mínimo. Esto ayudará a evitar caídas repentinas de presión y temperatura, que podrían causar daños a la caldera y sus componentes.
2. Cierre el suministro de combustible: El suministro de combustible a la caldera debe cerrarse para evitar que se produzca más combustión.
El mecanismo de suministro de combustible está diseñado para suministrar varios tipos de combustible a granel (aserrín, virutas, astillas de madera, cortezas y otros desechos de madera) al horno de la caldera de biomasa.
Las calderas industriales pirotubulares y acuotubulares deben cumplir con una serie de regulaciones y normas de seguridad, tanto a nivel local como internacional. Algunos de los requisitos legales que deben cumplir incluyen la obtención de permisos y licencias, inspecciones periódicas, y el cumplimiento de normas de seguridad y emisiones.
La vida útil de una caldera industrial depende de varios factores, como su diseño, la calidad de los materiales utilizados, la frecuencia y calidad del mantenimiento, entre otros. En general, una caldera bien mantenida puede durar entre 15 y 30 años.
Las calderas industriales pueden ser alimentadas por diferentes tipos de combustibles, como gas natural, gasóleo, biomasa, carbón, entre otros. El tipo de combustible utilizado dependerá de las necesidades específicas de cada empresa y de las regulaciones locales.
Economizadores: Los economizadores son dispositivos que se instalan en la salida de gases de escape de la caldera para recuperar el calor residual y precalentar el agua de alimentación de la caldera. Esto reduce la cantidad de energía necesaria para calentar el agua y aumenta la eficiencia de la caldera.
Recuperadores de calor: Los recuperadores de calor se utilizan para recuperar el calor de los gases de escape y precalentar el aire de combustión de la caldera. Esto reduce la cantidad de energía necesaria para calentar el aire y mejora la eficiencia de combustión.
Aislamiento térmico: El aislamiento térmico se utiliza para reducir las pérdidas de calor de la caldera y minimizar la cantidad de energía necesaria para mantener la temperatura de operación. Un buen aislamiento térmico puede reducir significativamente el consumo de energía y mejorar la eficiencia de la caldera.
Las calderas de control automático pueden realizar diferentes tipos de control y regulación para asegurar su correcto funcionamiento. Algunos de los controles automáticos más comunes que se pueden encontrar en una caldera son:
Control de temperatura: Las calderas pueden controlar la temperatura del fluido térmico que circula por el sistema de calefacción o procesamiento, utilizando sensores de temperatura y dispositivos de control para ajustar la potencia de la caldera según sea necesario.
Control de presión: Las calderas pueden controlar la presión del fluido térmico utilizando sensores de presión y dispositivos de control para mantener la presión dentro de los límites establecidos y evitar daños en el sistema.