La caldera de gas de condensación de bajo carbono utiliza gas natural de energía limpia como combustible y utiliza un dispositivo de recuperación de calor residual de condensación de gases de combustión de alta eficiencia para absorber el calor sensible y el calor latente liberado por la condensación de vapor en la cola de la caldera, a fin de lograr el propósito de mejorar la eficiencia térmica de las calderas y ahorrar energía, reduciendo así las emisiones de carbono.

La caldera de gas de bajo carbono recupera la energía de los gases de combustión calientes (generalmente alrededor de 140 ℃) emitidos por la caldera a través de un dispositivo determinado. La temperatura del gas de combustión recuperado es de solo alrededor de 60 ℃, por lo que la eficiencia térmica aumenta en aproximadamente un 10 %, lo que naturalmente ahorra aproximadamente un 10 % de gas. Al mismo tiempo, durante el proceso de recuperación de energía, también puede reducir la emisión de gases nocivos y reducir la contaminación ambiental.