La industria de la impresión es muy amplia y diversa, con capacidad para producir gran variedad de productos, entre ellos, libros, catálogos, periódicos, revistas, papel de regalo, etc.
En los trabajos de impresión, el vapor es el aliado perfecto en procesos que requieren temperaturas de hasta 200 °C y que presentan unos controles de temperatura sencillos. En ese caso, el calentamiento mediante calderas acuotubulares de vapor o calderas pirotubulares es apropiado.
También deben considerarse detenidamente las ventajas del aceite térmico, puesto que tiene la capacidad de ofrecer temperaturas regulables de hasta 350 °C. Una versatilidad con una gran importancia cuando se requiere una exactitud de +/-1 °C durante el proceso de secado.
Los compuestos orgánicos volátiles generados durante el recubrimiento con películas o la aplicación de adhesivos, entre otros, contaminan los gases de escape de los procesos de fabricación y pueden tratarse mediante oxidación térmica. Estos oxidadores pueden ser regenerativos con recuperación de calor interna o recuperativos combinados con un recuperador de calor externo para aire, agua, vapor o aceite térmico.