Las calderas de cascarilla industrial se utilizan comúnmente en la industria del arroz, así como en otras industrias agroalimentarias, para generar vapor y energía térmica para diversas aplicaciones, como el secado de granos, la producción de calor para procesos industriales y la generación de electricidad a través de turbinas de vapor.
Algunos beneficios de utilizar una caldera de cascarilla industrial incluyen el aprovechamiento de residuos agrícolas como fuente de energía renovable, reducción de costos de combustible, menor impacto ambiental y la posibilidad de obtener créditos de carbono.
Una caldera de cascarilla industrial es un tipo de caldera que utiliza cascarilla de arroz u otros residuos agrícolas como combustible para generar vapor y energía térmica.
Las calderas de cascarilla de arroz se utilizan principalmente en la industria del arroz y en zonas rurales donde hay abundancia de cascarilla de arroz disponible. Se utilizan para generar vapor utilizado en procesos industriales, como el secado de arroz, la generación de electricidad o calefacción en comunidades rurales.
La capacidad de producción de una caldera industrial de biomasa puede variar ampliamente según el tamaño y diseño específico de la caldera. Pueden encontrarse calderas industriales de biomasa con capacidades que van desde unos pocos kilovatios hasta varios megavatios.
Las calderas de biomasa funcionan alimentando el combustible de biomasa en una cámara de combustión, donde se enciende. El proceso de combustión libera calor, que se transfiere al agua o al vapor en el intercambiador de calor de la caldera. El vapor o agua caliente resultante se utiliza entonces para fines de calefacción o para generar energía a través de turbinas de vapor.
El funcionamiento de una caldera de aceite térmico a biomasa industrial es similar al de cualquier otra caldera. La biomasa se quema en una cámara de combustión para generar calor, que se transfiere al aceite térmico. El aceite caliente circula a través de un intercambiador de calor para transferir calor a otros sistemas, como sistemas de calefacción, secadores o procesos de producción.
Se pueden utilizar diferentes tipos de biomasa como combustible en una caldera industrial, tales como residuos forestales, pellets de madera, astillas de madera, cáscaras de frutos secos, huesos de aceituna, residuos agrícolas, entre otros.