Los combustibles sólidos se clasifican inicialmente como naturales o elaborados.
Combustibles naturales: son aquellos de procedencia natural sin proceso de elaboración previo. De acuerdo con su origen se pueden clasificar en: de origen vegetal y de origen fósil.
Combustibles elaborados: son los que se obtienen mediante técnicas de descomposición térmica de materias naturales o como residuos de otros procesos químicos. Los más habituales son el carbón de madera, el coke de carbón o el coke de petróleo.
Poder calorífico superior (Hs): es la cantidad de energía desprendida por una unidad de combustible enfriando los gases quemados hasta 0°C a presión atmosférica. En estas condiciones, el vapor de agua ha condensado. cediendo su calor latente de vaporización (en este caso de condensación). Se mide en kWh/kg (combustibles sólidos y líquidos) o en kWh/Nm3 (combustibles gaseosos).
Poder calorífico inferior (HI): es la cantidad de energía desprendida por una unidad de combustible enfriando los gases quemados hasta 0 °C a presión atmosférica, pero sin considerar el calor latente de condensación del vapor de agua producido. Se mide en kWh/kg (combustibles sólidos y líquidos) o en kWh/Nm3 (combustibles gaseosos).
5 Tips de Mantenimiento Preventivo para Calderas Industriales
Limpiar la caldera industrial periódicamente
La cal, el hollín y otras formas de residuos pueden cubrir la superficie interior de los tubos de una caldera, reduciendo así la eficiencia de la transferencia de calor y aumentando la posibilidad de una avería.
Evitar el desgaste de la caldera industrial
Altas concentraciones del total de solidos disueltos (TDS) en las unidades de las calderas industriales pueden causar que la materia se precipite del agua y cree escamas. Esta acumulación reduce la eficiencia y aumenta la probabilidad de que la caldera falle. Las purgas de caldera, periódicas y secundarias, implican el drenaje del agua de la caldera y pueden evitar las altas concentraciones de TDS que permiten que los sólidos se precipiten.
Muy pocas veces se da el caso que las bridas, válvulas, controladores, purgadores y grifos de una instalación se mantienen todos herméticos simultáneamente y a largo plazo. Normalmente, por algún sitio se escapa agua de la caldera que termina corriendo hasta el alcantarillado. Otras veces se puede percibir un vpaor pintoresco en algún lugar o hay agua que se escapa y evapora al tocar una superficie caliente, formando en poco tiempo simpáticas incrustaciones de estalactitas...
Es interesante saber que la caldera pierde calor a través de la radiación y la convección, incluso cuando el quemador no está en funcionamiento, simplemente porque la caldera, las válvulas y las tuberías, alojan vapor en cada momento y les encanta compartir este calor con su entorno.
A pesar de que las calderas y las tuberías de hoy en día están cubiertas por aproximadamente 10 cm de lana mineral, las pérdidas caloríficas son enormes, debido a la gran diferencia de temperatura, pudiendo alcanzar hasta un 3%.
Un aislamiento mojado y deteriorado funciona como un buen conductor del calor y es particularmente eficaz a la hora de malgastar y derrochar energía.
Soluciones para reducir las perdidas superficiales.
El punto de fuga de energía por excelencia es la chimenea, ya que cada soplo de gas de combustión que sale de ella con una temperatura mayor a la temperatura ambiente implica una pérdida de energía.
Cualquier persona que ha estado alguna vez cerca de una chimenea con la planta en pleno funcionamiento puede hacerse una idea de la cantidad de energía y las masas de aire caliente que suben por el tiro causándole al propietario unos costes importantes.
La creciente competencia que existe hoy día obliga a las empresas a buscar alternativas para reducir los costos operacionales de sus procesos productivos.
Un costo de significativa importancia en la operación de las empresas es el correspondiente a los gastos en combustible asociados a la generación de vapor, considerando que las calderas están presentes en prácticamente todos los procesos productivos y, por ende, en una amplia gama del sector industrial (papeleras, cerveceras, curtiembres, textiles, procesadoras de alimentos, fábricas de neumáticos, entre otras).
Con la reciente incorporación del gas natural al país, sin embargo, es posible contar con una nueva alternativa para mejorar la eficiencia térmica de las calderas y de esa manera reducir los gastos en combustible.
La superficie de calefacción y en especial la producción específica de vapor por unidad de superficie (Kg/h m2) es un parámetro comúnmente considerado erróneamente, como un índice que refleja la carga térmica de una caldera.
La producción específica representa más que la carga térmica de una caldera la producción de vapor por cantidad de acero utilizada en la construcción, dado que una mayor superficie de calefacción no necesariamente implica una menor carga térmica.
Esta afirmación obedece al hecho, que más que la carga térmica total, dada por la producción específica, lo que interesa son las cargas térmicas en componentes críticos, como lo son el fogón, la cámara trasera y la placa tubular del segundo paso.