29 May 2020
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La cal, el hollín y otras formas de residuos pueden cubrir la superficie interior de los tubos de una caldera, reduciendo así la eficiencia de la transferencia de calor y aumentando la posibilidad de una avería.
Altas concentraciones del total de solidos disueltos (TDS) en las unidades de las calderas industriales pueden causar que la materia se precipite del agua y cree escamas. Esta acumulación reduce la eficiencia y aumenta la probabilidad de que la caldera falle. Las purgas de caldera, periódicas y secundarias, implican el drenaje del agua de la caldera y pueden evitar las altas concentraciones de TDS que permiten que los sólidos se precipiten.
La calidad del agua tiene un impacto significativo en el rendimiento de la caldera. Para mantener la calidad del agua en una caldera, son esenciales las comprobaciones/pruebas regulares de los minerales disueltos, la condensación de retorno y la presencia de un purgador. Las inspecciones deben realizarse con mayor frecuencia a medida que aumenta el tamaño y la presión de funcionamiento de la caldera.
El aislante térmico es importante para cualquier superficie con una temperatura frecuentemente superior a 50°c. Las tuberías, válvulas o accesorios de vapor y condensado sin aislamiento en los sistemas de calderas pueden dar como resultado una pérdida de calor crítica y una reducción de la eficiencia de la caldera industrial. Por lo tanto, es necesario inspeccionar y reparar el aislamiento térmico con regularidad.
La mejor manera de garantizar que una caldera industrial funcione de manera eficiente es mantener registros precisos de servicio y mantenimiento preventivo. El registro diario de las temperaturas del agua y de los gases de combustión, así como de la presión, proporciona la información necesaria para mantener un rendimiento óptimo y diagnosticar los problemas que surjan durante el curso de la operación.
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