Una caldera de biomasa bien diseñada y operada que quema combustible dentro de las especificaciones de la caldera no debería producir humo, pero se puede producir humo negro si el combustible está demasiado húmedo para la caldera.
Después de la combustión, el combustible para calderas alimentadas con biomasa generará energía y también producirá algo de materia combustible en forma de cenizas volantes que tendrán una mala influencia en el medio ambiente circundante. Por lo tanto, para lograr el objetivo de protección ambiental, debemos reducir la generación de materia combustible en las cenizas volantes en el combustible de calderas alimentadas con biomasa.
La reducción de la generación de materia combustible en las cenizas volantes debería permitir una combustión suficiente del combustible para calderas alimentadas con biomasa. Por un lado, debemos aumentar adecuadamente la cantidad de aire caliente en la salida del precalentador de aire de la caldera; por otro lado, es necesario reforzar el mantenimiento de los quemadores para favorecer una combustión suficiente del combustible de las calderas.
Las cascarrillas son un subproducto agrícola o forestal que, de otro modo, podría ser desechado. Utilizarlas como combustible en una caldera de biomasa ayuda a reducir los residuos y aprovechar recursos renovables.
Las cascarrillas son una fuente de energía abundante y de bajo costo en comparación con los combustibles fósiles, lo que puede resultar en ahorros significativos a largo plazo.
Las calderas de biomasa que utilizan cascarrillas como combustible emiten menos gases de efecto invernadero y partículas contaminantes en comparación con las calderas que queman combustibles fósiles, lo que contribuye a la reducción de la huella de carbono y mejora la calidad del air
La unidad de combustión de biomasa de pellets es un equipo diseñado para quemar combustibles de biomasa y generar una llama intensa de alta temperatura. Después de un período de funcionamiento, es común que se forme coque en la zona cercana a la unidad de combustión. Si se produce este fenómeno, afectará gravemente el funcionamiento de la unidad de combustión e incluso puede dañarla. Por lo tanto, es necesario realizar inspecciones y limpiezas periódicas, se recomienda una frecuencia de inspección de cada 3 a 7 días.
Hogar de combustión: El hogar de combustión es el espacio donde se quema el combustible de biomasa en forma de pellets. Su diseño tiene en cuenta la combustión completa del combustible y la eficiencia en el intercambio de calor.
Arco de la caldera: El arco de la caldera es una estructura que ayuda a mantener una combustión adecuada y eficiente. Se coloca estratégicamente para proporcionar una distribución uniforme del aire y el flujo de combustible, asegurando así una combustión completa y evitando problemas como la combustión insuficiente, la formación de cenizas y la formación de coque.
Paredes de la caldera: Las paredes de la caldera están diseñadas para brindar una superficie de transferencia de calor óptima. Estas superficies están expuestas al calor generado durante la combustión y permiten transferir eficientemente el calor al agua o al fluido de transferencia de calor.
Aire secundario: El suministro de aire secundario es esencial para una combustión completa y eficient
Una caldera de parrilla recíproca de biomasa es un tipo de caldera diseñada para la combustión de biomasa, como residuos agrícolas, pellets de madera, cáscaras de frutas, entre otros. La característica principal de esta caldera es su sistema de parrilla recíproca, que consiste en una serie de barras de parrilla que se mueven de manera alternativa en un patrón de vaivén.
Al seleccionar una caldera de biomasa industrial, es importante considerar la capacidad de producción requerida, la disponibilidad y el costo de la biomasa, la eficiencia energética de la caldera, los requisitos de emisiones, la facilidad de mantenimiento y la compatibilidad con sistemas existentes.
El mantenimiento preventivo de una caldera industrial implica varios pasos clave, como:
Inspección regular de la caldera para detectar posibles problemas.
Limpieza y desincrustación de los componentes, como los tubos y el quemador.
Verificación y ajuste de los controles y dispositivos de seguridad.
Pruebas de funcionamiento y rendimiento para asegurar un rendimiento eficiente.
Registro y seguimiento de los mantenimientos realizados y las recomendaciones del fabricante.