Al elegir una nueva caldera de vapor, a menudo se trata de elegir entre las calderas pirotubulares tradicionales y las calderas acuotubulares más nuevas. Existen diferencias entre cada tipo que podrían hacer que uno se ajuste mejor que el otro, según sus necesidades. Sin embargo, la seguridad de la caldera siempre debe ser una prioridad máxima con las calderas de vapor y, en ese sentido, las calderas acuotubulares son la mejor opción.
La característica que hace que las calderas acuotubulares sean mucho más seguras es el volumen de agua que contienen. La caldera contiene una cantidad mínima de agua en cada momento. Puede ser solo una décima parte del volumen de una caldera pirotubular, que requiere un mayor volumen de agua para actuar como escudo térmico para que el metal de la caldera no se derrita y cree problemas.
Cuando las calderas pirotubulares se quedan sin agua, el metal de las calderas se encoge. En tal caso, si se envía agua fría a la caldera, el metal podría expandirse rápidamente y provocar una explosión. Sin embargo, con menos agua presente en una caldera acuotubular, si algo sale mal, la explosión no será tan grave como lo sería en una caldera pirotubular.