Es interesante saber que la caldera pierde calor a través de la radiación y la convección, incluso cuando el quemador no está en funcionamiento, simplemente porque la caldera, las válvulas y las tuberías, alojan vapor en cada momento y les encanta compartir este calor con su entorno.
A pesar de que las calderas y las tuberías de hoy en día están cubiertas por aproximadamente 10 cm de lana mineral, las pérdidas caloríficas son enormes, debido a la gran diferencia de temperatura, pudiendo alcanzar hasta un 3%.
Un aislamiento mojado y deteriorado funciona como un buen conductor del calor y es particularmente eficaz a la hora de malgastar y derrochar energía.
Soluciones para reducir las perdidas superficiales.
El punto de fuga de energía por excelencia es la chimenea, ya que cada soplo de gas de combustión que sale de ella con una temperatura mayor a la temperatura ambiente implica una pérdida de energía.
Cualquier persona que ha estado alguna vez cerca de una chimenea con la planta en pleno funcionamiento puede hacerse una idea de la cantidad de energía y las masas de aire caliente que suben por el tiro causándole al propietario unos costes importantes.
Todas las calderas tienen como mínimo un indicador de nivel de agua. Un tubo de cristal muestra el nivel real del agua en la caldera sean cuales sean las condiciones de trabajo de la caldera. Deben instalarse indicadores de nivel para que nos muestren su lectura más baja del nivel del agua a 50 mm del punto sobre donde ocurrirá el sobrecalentamiento. Alrededor de ellos deben instalarse protectores que no deben impedir la visibilidad del nivel del agua.
Los indicadores de nivel son propensos a daños por la corrosión de los químicos en el agua de la caldera, y erosión durante lapurga de fondo, especialmente en el lado del vapor. Cualquier señal de corrosión o erosión nos obliga a cambiar el cristal.
Las calderas de condensación pueden lograr la eficiencia térmica de más de 98%, en comparación con el 70% -80% con diseños convencionales (basados en el mayor valor de calentamiento de los combustibles). Los modelos típicos ofrecen eficiencias superiores al 90% cuando la temperatura del agua de retorno es de 110℉ o menos; cuanto menor es la temperatura del agua de retorno, más alta es la eficiencia.
El arco trasero de la caldera de vapor de carbón tiene dos funciones principales. La primera función es encender y la segunda función es mantener el calor y promover la combustión. Además, la longitud del arco posterior se decide por tipos de carbón. Si el carbón es inflamable y volátil, la longitud del arco posterior es más corta, de lo contrario, es más larga.
Calderas de combustibles líquidos: Queman ACPM o crudos pesados del petróleo como el crudo de castilla.
Calderas de combustible gaseosos: Queman gases como el propano (Gas licuado del petróleo GLP) o gas natural o gas propano, entre otros
Calderas de combustibles sólidos: queman carbón, bagazo de caña de azúcar, bagazo de palma africana, aserrín, madera, entre otros.