Después de la combustión, el combustible para calderas alimentadas con biomasa generará energía y también producirá algo de materia combustible en forma de cenizas volantes que tendrán una mala influencia en el medio ambiente circundante. Por lo tanto, para lograr el objetivo de protección ambiental, debemos reducir la generación de materia combustible en las cenizas volantes en el combustible de calderas alimentadas con biomasa.
La reducción de la generación de materia combustible en las cenizas volantes debería permitir una combustión suficiente del combustible para calderas alimentadas con biomasa. Por un lado, debemos aumentar adecuadamente la cantidad de aire caliente en la salida del precalentador de aire de la caldera; por otro lado, es necesario reforzar el mantenimiento de los quemadores para favorecer una combustión suficiente del combustible de las calderas.
Las escorias producidas por un conjunto de calderas alimentadas con biomasa se pueden reutilizar para evitar el desperdicio energético y la contaminación ambiental. Hay muchas formas de reutilizar la escoria. Por ejemplo, la escoria se puede utilizar para mejorar el suelo y mejorar el rendimiento del suelo. Si contiene carbonato de potasio y materia orgánica, también se puede utilizar para producir fertilizantes compuestos. Además, la escoria es una especie de ceniza vegetal y también es un buen material aislante térmico para la fabricación de acero.
Costos del combustible: Los precios y la disponibilidad de los diferentes combustibles varían, por lo que es necesario comparar los costos del combustible. En términos generales, el costo del combustible de las calderas de gas y de las calderas de petróleo es relativamente alto, mientras que el costo del combustible de las calderas de carbón y de las calderas de biomasa es bajo.
Las calderas de biomasa que utilizan cascarrillas o huesos como combustible emiten menos dióxido de carbono neto a la atmósfera en comparación con las calderas que queman combustibles fósiles, ya que la biomasa reciclada neutraliza parte de las emisiones al absorber CO2 durante su crecimiento.
El uso de biomasa como combustible contribuye a la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles, ayudando a disminuir la emisión de gases de efecto invernadero y mitigar el cambio climático.
Al utilizar cascarrillas o huesos como combustible, se fomenta la gestión sostenible de los recursos naturales y se promueve la economía circular al aprovechar subproductos que de otro modo podrían ser desechados.
Los huesos son una fuente de biomasa con un alto contenido de energía y, por lo tanto, las calderas que los utilizan pueden lograr una alta eficiencia energética y una buena producción de calor.
El uso de huesos como combustible en una caldera de biomasa ayuda a reducir la dependencia de los combustibles fósiles, promoviendo la sostenibilidad y la diversificación de las fuentes de energía.
Al utilizar huesos como combustible, se aprovechan subproductos animales que de otro modo podrían ser desechados, lo que contribuye a la gestión sostenible de los residuos y a la economía circular.
Las cascarrillas son un subproducto agrícola o forestal que, de otro modo, podría ser desechado. Utilizarlas como combustible en una caldera de biomasa ayuda a reducir los residuos y aprovechar recursos renovables.
Las cascarrillas son una fuente de energía abundante y de bajo costo en comparación con los combustibles fósiles, lo que puede resultar en ahorros significativos a largo plazo.
Las calderas de biomasa que utilizan cascarrillas como combustible emiten menos gases de efecto invernadero y partículas contaminantes en comparación con las calderas que queman combustibles fósiles, lo que contribuye a la reducción de la huella de carbono y mejora la calidad del air
La unidad de combustión de biomasa de pellets es un equipo diseñado para quemar combustibles de biomasa y generar una llama intensa de alta temperatura. Después de un período de funcionamiento, es común que se forme coque en la zona cercana a la unidad de combustión. Si se produce este fenómeno, afectará gravemente el funcionamiento de la unidad de combustión e incluso puede dañarla. Por lo tanto, es necesario realizar inspecciones y limpiezas periódicas, se recomienda una frecuencia de inspección de cada 3 a 7 días.
Hogar de combustión: El hogar de combustión es el espacio donde se quema el combustible de biomasa en forma de pellets. Su diseño tiene en cuenta la combustión completa del combustible y la eficiencia en el intercambio de calor.
Arco de la caldera: El arco de la caldera es una estructura que ayuda a mantener una combustión adecuada y eficiente. Se coloca estratégicamente para proporcionar una distribución uniforme del aire y el flujo de combustible, asegurando así una combustión completa y evitando problemas como la combustión insuficiente, la formación de cenizas y la formación de coque.
Paredes de la caldera: Las paredes de la caldera están diseñadas para brindar una superficie de transferencia de calor óptima. Estas superficies están expuestas al calor generado durante la combustión y permiten transferir eficientemente el calor al agua o al fluido de transferencia de calor.
Aire secundario: El suministro de aire secundario es esencial para una combustión completa y eficient