Quemador: es el encargado de quemar un combustible líquido, gas o sólido produciendo una llama.
Hogar o cámara de combustión: es donde se quema el combustible y donde se alcanzan las temperaturas más altas, próximas a los 2.000 ºC.
Circuito de humos: cumple la doble misión de conducir los humos que se producen en la combustión hacia la caja de humos y de arrebatarles el mayor calor posible para luego cedérselo al agua (dejarlos salir directamente a la atmósfera acarrearía entre otros inconvenientes una gran pérdida de energía, al desperdiciar el calor que poseen).
Para aumentar al máximo el intercambio de calor entre los gases y el agua, el circuito de humos tendrá la mayor superficie posible y se realizará de forma que disminuya en lo posible la velocidad de salida de los gases.