Es interesante saber que la caldera pierde calor a través de la radiación y la convección, incluso cuando el quemador no está en funcionamiento, simplemente porque la caldera, las válvulas y las tuberías, alojan vapor en cada momento y les encanta compartir este calor con su entorno.
A pesar de que las calderas y las tuberías de hoy en día están cubiertas por aproximadamente 10 cm de lana mineral, las pérdidas caloríficas son enormes, debido a la gran diferencia de temperatura, pudiendo alcanzar hasta un 3%.
Un aislamiento mojado y deteriorado funciona como un buen conductor del calor y es particularmente eficaz a la hora de malgastar y derrochar energía.
Soluciones para reducir las perdidas superficiales.
Un economizador es un intercambiador de calor de tubos aletados, que permite recuperar parte del calor sensible de los productos de la combustión que emite una caldera, transfiriéndolo al agua de alimentación y aumentando de esta manera la eficiencia térmica.
La principal ventaja o beneficio de un economizador es la importante reducción de los gastos en combustible, resultante del mejoramiento de la eficiencia de las calderas, lo que permite quemar una menor cantidad de combustible para aportar el calor requerido para generar vapor.
El hecho de requerir de una menor cantidad de combustible se traduce también en una reducción de las emisiones contaminantes de una caldera, puesto que éstas dependen de la cantidad de combustible quemado.
Pérdida de calor asociada al exceso de aire.
Pérdida de calor asociada a la temperatura de los productos de las combustión.
Pérdida de calor en la purga.
Pérdidas de calor debido a no contar con un sistema de precalentamiento del aire requerido para la combustión.
Pérdidas de calor asociadas al uso de vapor en vez de aire comprimido par la atomización de petróleo residual.
Pérdidas de calor asociadas a la peración dinámica, puntos de máxima eficiencia y pérdidas de calor por radiación.
Es deseable que el fogón sea del tipo corrugado, especialmente cuando su largo supera los 3 metros, ya que, este tipo de construcción es más flexible y por lo tanto permite absorber mejor los esfuerzos mecánicos asociados al calentamiento.
Por otro lado el fogón corrugado posee mayor superficie de transferencia de calor que un fogón liso y por lo tanto permite absorber una mayor cantidad de calor, reduciendo de esa manera la carga térmica sobre fogón, cámara trasera y placa tubular (entrada al segundo paso).
Se consigue abriendo una válvula de gran paso situada en la parte inferior de la caldera durante unos pocos segundos. Esto permite la eliminación de una gran cantidad de agua y de sólidos bajo la presión de la caldera e introducirla en un tanque de purga, especialmente diseñado para permitir que la mezcla se enfríe antes de drenar.
Ventajas
Menor costo inicial, debido a la simplicidad de diseño en comparación con las acuotubulares de igual capacidad.
Mayor flexibilidad de operación, ya que el gran volumen de agua permite absorber fácilmente las fluctuaciones en la demanda de vapor.
Menores exigencias de pureza en el agua de alimentación, porque las incrustaciones formadas en el exterior de los tubos son más fáciles de atacar y son eliminadas por las purgas.
Facilidad de inspección, reparación y limpieza.
Estas calderas son denominadas también igneotubulares o pirotubulares y pueden ser verticales u horizontales. Entre las calderas verticales pueden encontrarse dos tipos con respecto a los tubos:
1.De tubos semisumergidos
2. De tubos totalmente sumergidos
En el primer caso, el agua no cubre totalmente los tubos; en el segundo, éstos están totalmente cubiertos. Las calderas horizontales con tubos múltiples de humo, hogar interior y retorno simple o doble retorno son las llamadas calderas escocesas y son las de aplicación más frecuente en nuestro país. Estas calderas, como cualquier otro tipo, pueden ser utilizadas con hogar para quemar carbón, leña o bien con quemadores de petróleo.