Los beneficios de una caldera industrial incluyen la capacidad de generar vapor o agua caliente de manera eficiente y confiable, lo que puede resultar en ahorros de energía y costos. Sin embargo, los desafíos pueden incluir el manejo seguro de combustibles y la gestión de las emisiones, así como los costos iniciales de instalación y mantenimiento.
Las ventajas de las calderas de aceite térmico incluyen una alta eficiencia energética, la capacidad de alcanzar temperaturas de trabajo más altas, la facilidad de transporte y almacenamiento del aceite térmico, y la capacidad de proporcionar un calor uniforme y estable en aplicaciones industriales.