La caldera de condensación quema combustible a base de carbono con oxígeno para producir vapor y dióxido de carbono. Los gases que escapan de este proceso (a través de la chimenea) se llaman gases de combustión. La principal ventaja es que ofrecen una mejora de hasta un 90% de eficiencia en comparación con las calderas de gas convencional. En general, las calderas de condensación son más eficientes en comparación con las calderas de gas sin condensación, un factor importante para cualquier negocio que funcione con un presupuesto limitado.
Las calderas de condensación pueden lograr la eficiencia térmica de más de 98%, en comparación con el 70% -80% con diseños convencionales (basados en el mayor valor de calentamiento de los combustibles). Los modelos típicos ofrecen eficiencias superiores al 90% cuando la temperatura del agua de retorno es de 110℉ o menos; cuanto menor es la temperatura del agua de retorno, más alta es la eficiencia.
Se denomina condensación al proceso físico que consiste en el paso de una sustancia en forma gaseosa a forma líquida. Este cambio de fase genera una cierta cantidad de energía llamada “calor latente”. El paso de gas a líquido depende, entre otros factores, de la presión y de la temperatura.
La técnica de condensación fuerza que los gases de combustión condensen y, de esta forma, se aprovecha la energía latente en el vapor de agua para convertirla así en calor sensible.
Además se reducen considerablemente las pérdidas por humos a través del sistema de salida de gases procedentes de la combustión.
Durante la combustión, los componentes combustibles del gas natural o gasóleo (carbono de hidrógeno), reaccionan con el oxígeno del aire, formando dióxido de carbono (CO2), vapor de agua (H2O) y calor.
El calor latente contenido en los humos, es liberado en la condensación del vapor de agua generado durante la combustión y transferido al agua de la caldera.
Generalmente, una caldera de vapor debe recibir mantenimiento al menos una vez al año. Cualquier tipo de falla de seguridad con una caldera puede tener serias consecuencias, por lo que una inspección anual ayudará a detectar los problemas. El mantenimiento de su caldera regularmente también puede ayudarlo a ahorrar dinero en reparaciones.
Uno de los accesorios importantes de una caldera de vapor es el ablandador de agua, que sirve para varios propósitos y juega un papel crucial para ayudar a que su caldera evite el mal funcionamiento y funcione más eficientemente.
Sí, se recomienda encender la caldera cuando el tanque está lleno. Debemos dejarlo apagado por un corto período de hasta 30 minutos. Esto asegurará que no se revuelva hacia arriba ningún sedimento que se haya depositado en el tanque a caerse en su línea de combustible.
Se puede equipar un ablandador de agua conjunto con la caldera, ya que evitará que el circuito de agua caliente aumente y pierda eficiencia. Sin embargo, el circuito de calefacción central debe estar lleno de agua dura y un inhibidor químico. Esto se puede hacer usando el bypass del ablandador de agua al rellenar o rellenar. Alternativamente, la alimentación del bucle de llenado se puede conectar aguas arriba del ablandador de agua.
En una caldera de vapor acuotubular, diferente de una caldera pirotubular, el agua circula dentro de los tubos. El calor generado y los gases de combustión que rodean los tubos calientan el agua circulando en el interior. Muchas calderas acuotubulares funcionan de acuerdo con el principio de circulación natural del agua.
La capacidad térmica de este modelo de caldera puede mejorarse por medio de aumentar la cantidad de tubos.