La cuestión de si los pellets de biomasa se pueden quemar en una caldera de carbón es muy común. Primero, comprendamos las características de combustión de los pellets de biomasa.
Los pellets de biomasa son combustibles sólidos elaborados a partir de materiales de biomasa procesados, moldeados y secos. En comparación con los combustibles tradicionales como el carbón, los pellets de biomasa producen menos emisiones y son más eficientes. Por lo general, arden a temperaturas inferiores a 800 °C, liberando menos contaminantes como CO y NOx, por lo que tienen un menor impacto ambiental.
Los requisitos de almacenamiento de biomasa pueden variar según el tipo de biomasa utilizado y el tamaño de la caldera. Por lo general, se requiere un espacio adecuado para almacenar los pellets, astillas o residuos de biomasa, protegidos de la humedad y en condiciones de ventilación adecuadas. Además, es importante contar con un sistema de suministro de biomasa eficiente y seguro.
Las astillas de madera son piezas de madera de tamaño pequeño a mediano que se forman cortando o picando piezas de madera más grandes, como árboles, ramas, residuos de tala, tocones, raíces y desechos de madera. Las astillas de madera se pueden utilizar como combustible sólido de biomasa y son materia prima para producir pulpa de madera.
Las astillas de madera se pueden quemar tan limpiamente como los pellets de madera en las calderas, que son bastante comunes entre los fabricantes de calderas de biomasa.
Ante la necesidad de asegurar los compromisos de sostenibilidad de la industria moderna, los combustibles alternativos a los derivados del petróleo son cada vez más demandados para sus procesos, también en para el funcionamiento de las calderas de vapor.
Los nuevos combustibles provienen de subproductos industriales de algunos sectores específicos (agrícolas, forestales o alimentación) y se pueden usar para las calderas de la propia actividad, o suministrarse a otros sectores industriales con fines energéticos.
Los combustibles alternativos son de origen orgánico, y los hay en forma de biomasa sólida (residuos de madera, polvo de corcho, cáscaras,frutos secos, etc), también líquidos como los aceites vegetales y animales, y en versión gaseosa también existen alternativas, como el biogás a partir del gas metano.
ZOZEN dispone de calderas que funcionan con estos nuevos combustibles.
Sencillamente, en cualquier caldera que disponga de una cámara de combustión, en la que tenga cabida la llama y los residuos de la quema de pellets. La forma de la cámara no tiene mucha importancia, lo fundamental es que la caldera nos permita un montaje sencillo del quemador, ya sea en la puerta o en un lateral. Debido al alto riesgo de dañar la caldera, no se recomienda la instalación de los quemadores en aquellos lugares donde se exija la presencia de una camisa de agua – un montaje de este tipo podría, por ejemplo, causar fugas en la caldera.
Los quemadores de pellets se instalan en la mayoría de calderas de combustibles sólidos – de gasificación, de carbón pulverizado, de carbón o carbón ecológico y de aceite – y de gas.
El pellet es un combustible granulado alargado a base de madera, que se fabrica prensando el serrín de los desperdicios de podas, talas y carpinterías. El pellet se suministra en cómodos sacos o en depósitos que hacen que sea un combustible limpio y fácil de manejar y almacenar.
Actualmente existen muchas opciones para usar como biomasa, estas pueden ser clasificadas en tres grupos:
Natural: Proviene de la naturaleza y puede usarse sin ser intervenida. Por ejemplo, las hojas y las cáscaras de frutos secos.
Residual: Proviene de los residuos del trabajo agrícola, ganadero e industrial. Por ejemplo, granulados y polvos orgánicos.
Cultivos energéticos: Son combustibles tratados, derivados de productos agrícolas. Por ejemplo, los aceites vegetales.
Los residuos forestales pueden recibir un tratamiento y transformarse en pellets de unos 5 milímetros de diámetro y 2 centímetros de longitud, para facilitar su uso, almacenamiento y transporte. También se pueden crear cilindros más grandes llamados briquetas, estas tienen entre 20 y 50 centímetros de longitud y unos 13 centímetros de diámetro.
Calderas de combustibles líquidos: Queman ACPM o crudos pesados del petróleo como el crudo de castilla.
Calderas de combustible gaseosos: Queman gases como el propano (Gas licuado del petróleo GLP) o gas natural o gas propano, entre otros
Calderas de combustibles sólidos: queman carbón, bagazo de caña de azúcar, bagazo de palma africana, aserrín, madera, entre otros.