La superficie de calefacción en la caldera acuotubular queda limitada exclusivamente a los tubos de ninguna de las maneras a los tambores y domos de las calderas industriales.
El número de tambores y domos en las calderas industriales que podemos encontrar son de: dos, tres o cuatro. Solamente en calderas muy antiguas y de circulación forzada presentarán un único domo. De manera generalizada se dispondrá un domo abajo y el resto se encontrarán en la parte superior de la caldera acuotubular, con la salvedad de aquellas calderas que dispongan de tres domos dispuestos en “A”, correspondientes a los vértices apoyados en su base, así tendremos dos domos en el inferior y en la zona superior se encontrará el tercero.
El calderín de agua, es el recipiente con forma cilíndrica que se encuentra totalmente inundado de agua, se sitúa en el inferior de la caldera desde donde salen los tubos alimentadores de los vaporizadores que también recogen los lodos de las calderas acuotubulares.
Cuando la corriente de la bomba de circulación de la caldera de aceite térmico es más baja que lo normal, se indica que el rendimiento de la bomba de circulación ha disminuido y puede haber suciedad en la tubería de calefacción que debe limpiarse.
La presión de la bomba de circulación no cambia, la corriente aumenta y el flujo disminuye, lo que indica que el aceite térmico se ha deteriorado y debe ser reemplazado o regenerado con el tiempo.
Una caldera bien disenada, construida bajo las normas adecuadas, limpias las superficies de intercambio de calor, bien mantenida y manejada por un operador con los conocimientos adecuados, es un equipo confiable.
Las calderas industriales de cierto tamaño pueden necesitar estar instaladas una sala de calderas que debe ser construida específicamente para ella siguiendo las instrucciones técnicas que la legislación establece.
El diseño y montaje de una sala de calderas puede resultar muy complejo, puesto que deben tenerse en cuenta todos los elementos necesarios y su ubicación correspondiente en el espacio preparado para ello. Entre las numerosas cosas a hacer y a tenerse en cuenta están:
Las calderas deben estar en un espacio nivelado, y en una ubicación adecuada.
Debe montarse la chimenea y las numerosas tuberías que entran y salen de la caldera con sus respectivas válvulas de seguridad.
Las calderas de vapor industriales de bajo NOx minimizan el impacto medioambiental contaminando la atmósfera con menos cantidad de dióxido de nitrógeno.
Cuentan con quemadores diseñados especialmente para generar baja toxicidad en NOx los que se controla la mezcla del combustible y el aire para que la velocidad en que se forma NOx disminuya.
Es deseable contar con un separador de gotas en la descarga de vapor de la caldera, de tal manera que el condensado que pudiera ser arrastrado por el vapor puede ser retenido en este dispositivo.
En estas calderas, por el interior de los tubos pasa agua o vapor y los gases calientes se encuentran en contacto con las caras exteriores de ellos. Son de pequeño volumen de agua. Las calderas acuotubulares son las empleadas casi exclusivamente cuando interesa obtener elevadas presiones y rendimiento, debido a que los esfuerzos desarrollados en los tubos por las altas presiones se traducen en esfuerzos de tracción en toda su extensión.
La limpieza de estas calderas se lleva a cabo fácilmente porque las incrustaciones se quitan utilizando dispositivos limpiadores de tubos accionados mecánicamente o por medio de aire.
La circulación del agua, en este tipo de caldera, alcana velocidades considerables con lo que se consigue una transmisión eficiente del calor y por consiguiente, se eleva la capacidad de producción de vapor.
Ventajas:
Menor peso por unidad de potencia generada.
Por tener pequeño volumen de agua en relación a su capacidad de evaporación, puede ser puesta en marcha rápidamente.
Mayor seguridad para altas presiones.
Mayor eficiencia.
Son inexplosivas.
Desventajas:
Su coste es superior.
Deben ser alimentadas con agua de gran pureza, ya que las incrustaciones en el interior de los tubos son, a veces, inaccesibles y pueden provocar roturas de los mismos.
Debido al pequeño volumen de agua, le es más difícil ajustarse a las grandes variaciones del consumo de vapor, siendo necesario hacerlas funcionar a mayor presión de la requerida.