Las calderas de aceite térmico se dividen en dos tipos: caldera de aceite térmico en fase líquida y caldera de aceite térmico en fase gaseosa. En la caldera de aceite térmico en fase líquida, el aceite térmico se calienta en la caldera sin cambiarse su estado. Después del calentemiento, se transporta al usuario en la fase líquida y luego se devuelve a la caldera para seguir siendo calentando y reciclando. En la caldera de aceite térmico en fase gaseosa, el aceite térmico se vaporiza en vapor de aceite caliente, que se transporta al usuario. El calor de vaporización se libera durante el proceso de uso del usuario. Después de la condensación exotérmica, el aceite térmico vuelve a la caldera para continuar el calentamiento y la vaporización.